viernes, 8 de abril de 2011

Historia de la Parroquia de Ntra.Sra. de las Angustias de Alpajés

En 1609 se fundó la Real Cofradía de la Virgen de Nuestra Señora de las Angustias, aunque desde antes existía una imagen de esta Virgen : escondida por unos moriscos en el Caz de las Aves, la encontró un hombre piadoso que la colocó junto al altar mayor en una ermita que existía detrás de las casas viejas de Alpajés, en la plazuela redonda de la calle de la Reina.

Había tanta afluencia de fieles a esta capilla, que los Hermanos de la Cofradía suplicaron al rey Carlos II les permitiera construir una ermita mayor. El rey lo concedió en 1681 y se construyó una primera fase hasta 1690 (naves y fachada), después la cubrición con bóveda de ladrillo y estuco (1702).

Para 1705 se trasladaron las imágenes a este nuevo templo y se derribó la antigua ermita, que estaba bajo la advocación de San Marcos evangelista. Tuvo Alpajés la denominación de San Marcos hasta 1716, donde retiraron un cuadro de éste y cambiaron, al parecer sin bula, la advocación por la de “Nuestra Señora de las Angustias de Alpajés”.

En 1744 seguían las obras: capilla, altares laterales y la cúpula (que no es la que vemos actualmente). Esta, siguiendo modelos romanos, se levantaba sobre un cuerpo octogonal y en dos cuerpos según un modelo de Santiago Bonavia. Los retablos centrales y laterales, barrocos, fueron obra de Alejandro González. Todavía en 1797 se acomete el tabernáculo central, proyecto de Antonio Aguado.

Desde la época de la primitiva ermita de San Marcos, y posteriormente el templo parroquial, Alpajés era dependiente de la Parroquia de Ontígola. En 1749, ya prácticamente acabadas las obras durante el reinado de Fernando VI, se declaró “Ayuda de parroquia”, siendo matriz de la de Ontígola.La dependencia fue a menos desde la construcción del cementerio, hasta la total emancipación en 1886.

Hasta la Guerra Civil, se podría considerar de normalidad el devenir histórico de nuestra parroquia. En los días siguientes al comienzo de la guerra, los radicales afectos a la república atacan, entre otras instituciones religiosas, la Iglesia de Alpajés. La noche del 22 de julio del 36 fue incendiada, quemándose la primitiva imagen de Ntra.Sra. de las Angustias. Sólo se salvaron el estandarte, un cáliz, una custodia, una cruz parroquial y algo del ajuar, escondidos todos en casas particulares por algunos hermanos, con el grave riesgo que suponía para sus propias vidas.

Terminada la guerra, el templo parroquial de Alpajés fue el peor parado de Aranjuez.Todo el interior estaba quemado, la cúpula derruida junto a parte de la nave. El coro estaba tan destrozado que hubo que echarlo abajo. En los años 40 se acomenten las primeras labores de reconstrucción, que en definitiva fueron lentos y laboriosos por las penurias económicas de la postguerra.

De la primitiva traza se suprimió el campanario, que estaba sobre la fachada, y la cúpula, que tenía un doble cuerpo ochavado, se rebajó a uno solo, más acorde en proporción al tamaño y volumen del templo.

Para saber más:

VIÑAS Y REY, SIMON (1890):”Aranjuez”. Reedición facsímil de Ediciones Doce Calles, 1991.
LINDO MARTINEZ,J.L. (2004): “Una Historia de Pasión. Pasos, Cofradías y Semana Santa en Aranjuez". Edita Equipos Mecánicos Servicios. S.A.